Cuando hablamos de
Defensa Personal se nos llena la mente con imágenes de películas protagonizadas
por Bruce Lee, Jackie Chan, Steven
Seagal, etc. Sin embargo, por definición, es el Arte o Ciencia de cuidar
nuestra integridad física, mental y espiritual de cualquier amenaza en contra
de nuestra integridad, incluso si esta viene de nosotros mismos. Pocas veces
nos ponemos a pensar que llevarnos un cigarrillo a la boca es atentar en
nuestra contra, incluso permitir que alguien lo haga en los alrededores,
dejando que el humo nos afecte, estamos haciéndonos más daño que al recibir una
bofetada.
La visión que se debe
tener sobre Defensa Personal debe ser una que englobe desde nuestros hábitos
alimenticios, pasando por un control emocional hasta llegar a la actividad
física y el aprender sistemas que nos permitan librarnos de amenazas externas
propiamente dichas. Una que incluya ejercicios para fortalecer nuestra voluntad
cuando nos refugiamos en excusas para no asistir a sesiones de ejercicios,
cuando nos cobijamos en el placentero sabor de la comida colmada de grasa y
carbohidratos en lugar de una saludable y nutritiva ensalada, es algo mucho más
amplio que una simple técnica de desarme ante un ataque armado.
Podemos extendernos
hasta sacar varios libros solo con este tema para finalmente llegar a la
conclusión de que debemos pensar en Defensa Personal como un “Todo” donde el
eje central es nuestro ser. Las Artes Marciales ofrecen innumerables ventajas
físicas, emocionales y espirituales que las convierten en una de nuestras
principales opciones a la hora de escoger disciplinas que desarrollen las
condiciones físicas.
Dentro de estas Artes
tenemos una amplia gama de opciones que se adaptan perfectamente a nuestras
necesidades y gustos, partiendo de la Paz del Tai Chi, pasando por la fluidez
del Aikido hasta llegar a la explosividad y fortaleza del Karate, Kenpo y Judo
entre otras tantas que no dejan lugar a las excusas comunes de “No apoyo ningún
tipo de violencia” o la muy famosa “No tengo las condiciones para eso”. Ya que
existen variantes para atletas de alta competencia así como también para
personas de edades avanzadas e incluso personas con discapacidad de cualquier
tipo.
En la actualidad,
vivimos en un mundo que cada día nos lleva a vivir a una velocidad más y más
acelerada que frecuentemente nos obliga a dejar en segundo y hasta tercer plano
nuestro cuidado físico. Igualmente, la misma velocidad nos hace volver en
cierta forma al primitivo modelo de La Ley del más Fuerte, donde en determinado
momento pasamos de Depredadores en el
plano laboral a ser Presas en la
calle al ser víctimas de los altos niveles de inseguridad y violencia
predominantes en nuestras sociedades.
Esta es una de las principales
razones por las que debemos tomar la iniciativa de practicar actividades que
nos permitan unificar estas habilidades necesarias para la supervivencia en
estos tiempos hostiles donde sin tener ningún tipo de vinculaciones con
violencia podemos ser victimas circunstanciales de la misma. Tal es el caso de
ataques furtivos que cobran vidas de inocentes a diario por determinados
factores como el terrorismo, delincuencia, falta de tolerancia y hasta demencia
explosiva por parte de terceros.
Actualmente existen actividades que integran acondicionamiento físico, fortalecimiento, relajación y técnicas de defensa personal. Tal es el caso de las disciplinas de Fitness de Combate que son una evolución en la práctica de ejercicios aeróbicos de bajo impacto articular y gran intensidad. Estos entrenamientos no solo fortalecen nuestro cuerpo sino que también nos dan herramientas que pueden llegar a ser usadas en determinado momento para librarnos de algún peligro. A su vez, el tener este tipo de conocimientos y habilidades nos da una confianza que se refleja en nuestra postura, como ciertos maestros de artes marciales. Estos emanan un "ki", "chi", "prana" o como se quiera denominar a esa sensación de "fuerza interior" que se transluce en respeto y poder, llegando a tener muy pocos enfrentamientos reales de defensa personal, porque con su sola presencia ganan esa primera batalla que el atacante no sabe de forma consciente que perdió hasta mucho más tarde, la batalla psicológica.
En nuestras academias
hemos aprendido a unificar estas disciplinas para brindar un abanico de
opciones al momento de escoger un sistema de entrenamiento. El Taijitsu permite
trabajar con la energía del contrario para redireccionar sus ataques y evitar
ser dañados. El Kenpo Karate nos da el conocimiento de técnicas que aprovechan
los movimientos corporales, reacciones y la posibilidad de alcanzar la máxima
efectividad de nuestras defensas con el menor esfuerzo y la mayor economía de
movimiento. El Kenbox nos ofrece lo mejor del fitness de combate para
acondicionamiento físico combinado con las más efectivas y dinámicas técnicas
de defensa personal del Kenpo americano. Finalmente tenemos el Sistema de
Defensa, Seguridad y Supervivencia C.O.M.B.A.T.E. que toma lo más efectivo de
las artes marciales tradicionales, las técnicas y tácticas militares de combate
cuerpo a cuerpo (Close Combat) y las más modernas y efectivas metodologías para
la enseñanza de principios que permitan salir victoriosos de cualquier
situación de peligro.
He aquí pues unas
cuantas razones y alternativas para tomar las riendas de lo que somos, lo que
queremos llegar a ser y la calidad de vida que deseamos tener. Solo es cuestión
de dar el primer paso para iniciar el recorrido al Éxito y a la Felicidad!!!
Giann Marco Valladares
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